Mi hermano criaba muchos insectos en casa. El ciervo volante también.
Pero este ciervo de la foto izquierda no es de verdad sino de chocolate (1000 yenes).
Me parece muy bonito.
A ver. Y siguiente, los bebés del ciervo volante (220 yenes).
Ya no puedo. No puedo tocarlo ni comerlo.
Soy cobarde.
Después hay más. Los bebés de abejas (350 yenes / 10 bebes).
En algunos pueblos japoneses, se come estos bebes. Dicen que son muy ricos y muy nutritivos.
Perdón. Lo paso.
Desde el punto de vista de artesano, son fenomenales. Para regalar a los niños japoneses también, les encantaría.
Cuando vayas a prefectura Aomori, puedes visitar esa pastelería Komatuya-Honten
. (se venden por Internet pero segurísimamente no podemos pedir del otro país)